Ahora es Cuando, Avanzar con los portuarios hacia el Paro Nacional. Por un Frente Único de Trabajadores de Valparaíso.

La agenda represiva del gobierno de Piñera no para de generar incidentes que causan cada vez mayor indignación, agravando la crisis de legitimidad de las instituciones en Chile. En horas de la tarde del lunes 17 de diciembre, Carabineros de Fuerzas Especiales ingresó violentamente al edificio del sindicato de estibadores en Valparaíso que llevan más de un mes en huelga, con un saldo de 16 detenidos y 2 heridos. Los puertos respondieron con un paro nacional portuario que doblegó la iniciativa del gobierno. El mismo día, el presidente Sebastián Piñera se reunió temprano con el empresariado chileno. Además de los representantes de la CPC (Cámara de Producción y Comercio), se encontraba Ricardo Von Appen, sentado a la cabecera, presidente del Terminal Pacífico Sur (TPS) que por su intransigencia ha prolongado el conflicto laboral que mantiene a los trabajadores y familias del puerto en amarga espera. Los portuarios han advertido que si no tienen Navidad, entonces no habrá Año Nuevo en el puerto.

La industria portuaria y el “nazi” Von Appen

La familia patronal Von Appen desciende de un inmigrante alemán que llega ligado a una empresa naviera, Julio Alberto von Appen Oestman, agente del partido nazi en Chile durante la segunda guerra mundial y encargado de dirigir todas las operaciones de sabotaje en las costas sudamericanas del Pacífico. También se conoce que desde las embarcaciones de este grupo económico se arrojaron detenidos al mar durante la dictadura de Pinochet. Hoy en día el patrimonio del holding superaría los $1.000 millones de dólares. La empresa Ultramar controla 12 puertos concesionados en Chile, Brasil, Argentina y Uruguay, además de una extensa área logística y de operaciones con más de 100 agencias en el continente. En 2013 los trabajadores portuarios del puerto de Angamos-Mejillones demandaban el derecho a 30 minutos de colación y un espacio decente para comer. En esa ocasión, la intransigencia del grupo Von Appen a cargo de Ultraport, sumado a la represión policial, dió lugar a un paro nacional portuario. Un hito de la lucha portuaria que extendió la solidaridad de clase de norte a sur, marcando un salto cualitativo en conciencia de clase y galvanizando a la Union Portuaria de Chile luego de años de huelgas y movilizaciones a contracorriente de los sindicatos amarillos al servicio de los empresarios.

En 2017, el 96% de las exportaciones, fueron cargadas por vía marítima. Por los puertos del norte, centro y sur de Chile salen los productos de la minería del cobre, del agro (como la exportación de arándanos que comienza en diciembre), forestales y del salmón. Todos estos sectores constituyen las actividades económicas más importantes del país.

Reunión del presidente Piñera con empresarios Al medio Von Appen Foto La TerceraReunión del presidente Piñera con empresarios Al medio Von Appen / Foto: La Tercera

Las actividades del transporte como la industria portuaria, son un trabajo productivo también, es decir, agregan valor a la mercancía. Evidentemente no basta sólo con el valor creado en el proceso productivo mismo, también es necesario que las mercancías sean transportadas allí donde se requieran, para que finalmente el valor pueda ser realizado en el consumo. Como señala Marx:

“el valor de uso de las cosas sólo se realiza con su consumo y éste puede exigir su desplazamiento de lugar y, por tanto, el proceso adicional de producción de la industria del transporte. Por consiguiente, el capital productivo invertido en ésta añade valor a los productos transportados, unas veces mediante la transferencia de valor de los medios de transporte y otras veces mediante la adición de valor que el trabajo de transporte determina. Esta última adición de valor se descompone, como ocurre siempre en la producción capitalista, en dos partes: una es la que repone los salarios, otra es la plusvalía.(…) La circulación, es decir, el movimiento de las mercancías en el espacio, se traduce en el transporte de las mercancías. La industria del transporte forma, por una parte, una rama independiente de producción y, por tanto, una base especial de inversión del capital productivo. Por otra parte, se distingue por el hecho de manifestarse como la continuación de un proceso de producción dentro del proceso de circulación y para éste.” (Karl Marx, El Capital. Tomo II. Sección Primera. Los Gastos de Circulación. Gastos de Transporte).

De esta manera, el trabajo del transporte coloca a los trabajadores portuarios concentrados geográficamente en una posición estratégica para el funcionamiento de la economía y la sociedad.

La Rebelión Portuaria

En 1903 los estibadores de Valparaíso reclamaban la reducción de sus jornadas y un aumento salarial. Hubo un apoyo masivo de los pobladores del puerto que bajaron de los cerros y donde prevaleció la acción directa de los trabajadores. Esto fue seguido de una fuerte represión que dejó un saldo de decenas de muertos. Al final, gracias a la combatividad de los trabajadores, los salarios aumentaron entre un 10% y 20% y se modificaron las jornadas. Luis Emilio Recabarren, obrero tipógrafo y socialista fundador del movimiento obrero chileno, relataba el 23 de mayo de 1903 en el periódico La Voz del Pueblo los hechos de la huelga portuaria:

“Apenas si hace un mes, un grupo diminuto de trabajadores de mar se declaró en huelga exigiendo lo más natural del mundo: un pequeño aumento a sus escasos salarios. Pero el patrón, ese usurero empedernido, negó ese derecho a sus obreros y declaró que tenía hombres para reemplazarles. En el transcurso de estos treinta días que lleva la huelga, Valparaíso ha presenciado un espectáculo que podremos decir que es la primera vez que se ofrece con los caracteres de hoy.

“Los diversos gremios de mar han ido plegándose a la huelga, paulatinamente unos tras otros, hasta dejar completamente paralizado todo el movimiento de la bahía, probando con esto que entre ellos existe un sentimiento de solidaridad que habla muy en alto de la conciencia que tienen esos trabajadores de sus deberes de compañerismo y han dado un solemne mentís a las compañías de vapores que despreciaron el movimiento huelguista.

“Después de veinticinco o más días de huelga tranquila, soportando la terquedad patronal, la negativa injustificada, del hambre y la miseria en sus hogares, esa falange de trabajadores pidiendo justicia, no pudieron soportar más la tiranía desmedida de unos cuantos burguesotes que han mantenido sin pan a más de tres mil hogares. Perdió la paciencia, salvó los prejuicios de antaño y se lanzó con paso vengador a hacer justicia práctica, a castigar a sus verdugos y a los explotadores.

(…)

“Ellos marcan, en la historia proletaria del país, una página de magnífico ejemplo para los obreros timoratos que se humillan ante la soberbia patronal. No olvidemos la lección que nos da hoy el gremio de obreros marítimos y juntos con ellos no abandonemos la labor de seguir preparando la resistencia al capital, para asegurar el éxito de las luchas sociales que nos aguardan en el porvenir.”

Hoy los trabajadores eventuales del puerto viven una situación de precariedad, propia de inicios del siglo XX en los albores del movimiento obrero chileno en el puerto de Valparaíso. Sus contratos empiezan al comienzo del turno y terminan luego de 7 horas y media al final de la jornada. Según Pablo Klimpel, dirigente del Sindicato de Estibadores Marítimo Portuarios Nº1 de Valparaíso y uno los voceros del movimiento:

esta movilización es producto de las precarias condiciones de trabajo que tenemos en los terminales portuarios, donde hemos vivido una baja considerable de turnos durante los últimos años, pero también, por la falta de una ley que regule nuestras condiciones de trabajo y nos reconozca como a la mayoría de los trabajadores del país. Porque a nosotros no se nos reconoce indemnización por años de servicio, derecho a postnatal y prenatal, derecho a vacaciones pagadas, fuero efectivo a los dirigentes sindicales eventuales, regulación de los permisos para trabajar en el puerto (carnet rojo), pago de capacitaciones, reconocimiento de nuestra labor como trabajo pesado y un sistema de seguridad social integral, entre otras muchas cosas”.

El Grupo Von Appen a través de TPS, en los últimos 10 años ha obtenido utilidades por más de 136 millones de dólares, la demanda de los portuarios equivale a sólo el 1% de esa cantidad.

En un principio la huelga involucraba a trabajadores de ULTRAPORT y OPVAL, empresas que prestan servicios de muellaje en los terminales de Valparaíso, TPS y TCVAL (Terminal Cerros Valparaíso), ambas concesionarias que operan en el Puerto de propiedad estatal administrado por la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV). Los trabajadores de TCVAL alcanzaron un acuerdo a los 13 días de huelga. Por su parte TPS, del grupo Von Appen, se ausentó de múltiples reuniones convocadas para destrabar el conflicto. El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp de Movimiento Autonomista (uno de los principales grupos políticos del Frente Amplio) junto con algunos parlamentarios han facilitado instancias para mediar en el conflicto, pero el empresario se negaba a cualquier diálogo con los trabajadores optando por el desgaste y la represión. Las demandas de los trabajadores incluyen en principio un bono compensatorio por la disminución de turnos, mesa de trabajo para tratar las condiciones laborales y que no haya represalias contra los huelguistas movilizados.

Barricadas de portuarios en Valparaíso Foto RIVALBarricadas de portuarios en Valparaíso / Foto: RIVAL

El ingeniero y sindicalista asesor de la Unión Portuaria de Chile, Gonzalo Díaz explica que ni el Estado ni la empresa privada han podido generar una transformación del modelo portuario nacional, tras las intensas modificaciones de la industria naviera global que ha significado un aumento de tamaño de las naves y por ende de su capacidad de carga de contenedores. Los puertos chilenos están muy por debajo de los otros de la costa pacífica de América. Por otro lado, tres transnacionales controlan cerca del 80% del transporte marítimo internacional, y por lo tanto, la industria portuaria nacional está inserta ahora en un mercado oligopólico donde las navieras imponen las condiciones.. La Union Portuaria del Bío-Bío expresaba en una declaración los problemas de fondo en la industria portuaria:

“Lo que se está viviendo es la consecuencia de esas enormes faltas del Estado chileno y la poca visión de las empresas concesionarias, que mediante un modelo laboral propio de inicios del siglo XX, buscan subsidiar la precaria infraestructura, institucionalidad y legislación portuaria nacional. Dicho modelo busca no mejorar la eficiencia y productividad de los distintos terminales, sino que esas fallas sean sobrellevadas con trabajadores ultraflexibilizados, faltos de protecciones y derechos mínimos, sin pensar que ese modelo no era sustentable en el tiempo”.

Port rebellion poster

Dado el desprecio de Von Appen hacia los trabajadores, demandas locales y económicas han escalado hacia un conflicto político de mayor envergadura que complica al gobierno. El director de la Empresa Portuaria de Valparaíso, Raúl Celis, tuvo que renunciar. El paro además de afectar los intereses del sector agroexportador, expone el modelo portuario arcaico que impera en Chile junto a las leyes laborales que permiten la precariedad del trabajo eventual. Se pretendía ahogar esta rebelión portuaria mediante la más pura y dura represión. En semanas anteriores, dirigentes portuarios han recibido amenazas de muerte, uno de ellos sufrió un intento de secuestro y un activista simpatizante de la huelga recibió una paliza por parte de desconocidos. Los más de 200 carabineros de fuerzas especiales que allanaron el edificio del sindicato este lunes 17, se dedicaron a destruir todo lo que encontraron, mientras la mayoría de los trabajadores lograron atrincherarse en el techo. Recibieron el apoyo de simpatizantes, estudiantes y trabajadores de la ciudad porteña que acudieron al sector y resistieron la represión durante horas. Otros portuarios que salían de su turno también acudieron a apoyar a sus compañeros. En una muestra de desesperación, un carabinero de civil en un vehículo atropelló a algunos personas que apoyaban a los huelguistas, dándose a la fuga bajo protección de carabineros. La jugada que puso finalmente en jaque a esta ofensiva represiva fue el paro en solidaridad con Valparaíso al que se fueron plegando los puertos a lo largo de todo Chile.

Por un Frente Único de Trabajadores en la Región de Valparaíso

La batalla de los trabajadores eventuales de Valparaíso está dando lecciones muy valiosas. Han buscado una salida independiente de las dirigencias sindicales que se conformaban con acuerdos mínimos. Luego de un mes de huelga, a pesar de la represión y el desgaste, los trabajadores portuarios lograron torcerle la muñeca al gobierno y darle una derrota parcial. Todo mediante los métodos históricos de la lucha de clases – la movilización desde las bases, el paro en solidaridad, la acción directa y la autodefensa. Los portuarios han mostrado disposición para el combate que son un ejemplo para toda la clase trabajadora, y declaraciones y videos indican que su moral sigue muy alta. El pasado miércoles TPS presentó una propuesta a los dirigentes alcanzando un preacuerdo en préstamos, gift cards, cajas de mercaderías y capacitaciones, que los trabajadores calificaron como una miseria y rechazaron en asamblea pues no soluciona el problema de fondo – sus condiciones laborales.

port declaration

Las muestras de solidaridad no paran de sumarse desde sindicatos del sector público, la construcción, la minería, el comercio, la cultura, y estudiantes. Sin embargo, es necesario que la dirección de las principales organizaciones sindicales del país convoquen a acciones concretas como un paro nacional. Por su parte, el alcalde Jorge Sharp debería movilizar a los miles de personas que votaron por él para extender la solidaridad activa con los portuarios, en un Frente Único de Valparaíso que organice a los sectores movilizados de la ciudad, trabajadores, estudiantes, colectivos y organizaciones sociales y políticas. Deben elegirse delegados, formando comisiones y un programa único de demandas que impulse un movimiento huelguístico que enfrente al empresariado en todo el país.

La crisis institucional de Carabineros y las Fuerzas Armadas es un escándalo que expresa la profunda corrupción del bloque dominante. Este sistema capitalista dominado por una minoría debe llegar a su fin, para esto es necesario una revolución socialista por un gobierno de los trabajadores que controle las riquezas del país para la clase obrera. Debe avanzarse la demanda de nacionalización de los puertos bajo control de los trabajadores y al servicio de las necesidades del pueblo, ya que los capitalistas como Von Appen han sido incapaces de modernizar los puertos y dar condiciones dignas para los portuarios y sus familias.

Afiche hinchas del Club de Deportes Santiago Wanderers equipo local de Valparaíso

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