Carabineros de Chile asesina a joven mapuche Camilo Catrillanca. ¡Desmilitarización del Wallmapu ahora y disolución del Comando Jungla al servicio de las empresas forestales!

En las proximidades de Ercilla en la región de la Araucanía, el joven mapuche Camillo Catrillanca de 24 años de edad fue asesinado por efectivos del llamado Comando “Jungla” de Carabineros de Chile. El weichafe era nieto del Lonko de Temucuicui, y deja además a su esposa embarazada y una hija de 6 años.

Camilo se encontraba conduciendo un tractor en compañía de un menor de 15 años cuando fueron alcanzados por disparos y un proyectil le habría dado en la parte posterior de la cabeza. Si se revisa el historial de asesinatos cometidos por carabineros contra mapuche, el caso es brutalmente similar a otros. Disparos por la espalda que terminan con la vida de jóvenes y menores de edad, mientras las autoridades se apresuran a asegurar que habría sido un “enfrentamiento” y carabineros obstaculiza las pericias.

Este es el último episodio de un proceso de militarización y represión en el Wallmapu, que deja una serie de mapuche asesinados en “democracia”. En noviembre del 2002 Alex Lemún de 17 años, falleció luego de agonizar cinco días producto de una bala disparada por el mayor Marco Aurelio Treuer. Emblemático ha sido también el asesinato de Matías Catrileo baleado por el cabo segundo Walter Ramírez, durante el gobierno de Michelle Bachelet en 2008. Carabineros de Chile actúan como defensores de la propiedad privada, en particular de los predios de las empresas forestales. La institución policial viene de protagonizar un caso de espionaje y colocación de pruebas falsas, escándalo conocido como Operación Huracán, que provocó la salida de numerosos altos rangos de Carabineros. Sumado a que hace algunos meses se investiga la misma institución por fraudes que ya ascienden a 30 mil millones de pesos.

La derecha pierde la iniciativa

Desde un principio las versiones oficiales de las autoridades llaman a la desconfianza. El lenguaje utilizado en las respuestas pauteadas y comunicados del ministro del interior y seguridad pública Andrés Chadwick, el Intendente de la Araucanía Luis Mayol y el general director de carabineros Hermes Soto, recuerdan terriblemente a los montajes de la dictadura, especialmente para toda una generación que creció mirando estas falsedades por la tele. El operativo del grupo “táctico” de Carabineros se habría producido luego de que una llamada telefónica anónima denunciara el robo de unos vehículos, un delito común en un país donde se roban más de 100 automóviles al día. En un principio los carabineros de la comisaría local habrían acudido al llamado, y sólo luego de recibir disparos por parte de desconocidos el Comando Jungla procedió con su operativo.

Vice presidente Andrés Chadwick y Ministro del interior s Ubilla. Foto EMOLVice presidente Andrés Chadwick y Ministro del interior s Ubilla / Foto: EMOL

El llamado Comando Jungla es una unidad de élite formada en la experticia del combate al narcotráfico en situaciones de extrema violencia, siendo instruidos en Colombia por sus tan “distinguidas” fuerzas policiales en un contexto diferente a la realidad que se vive en la Araucanía. Al menos 200 policías irrumpieron en el área, disparando a mansalva en una acción completamente descriteriada, apoyados por tanquetas y helicópteros. Luego de dar muerte a Camilo Catrillanca, los uniformados tomaron detenido al menor que lo acompaña, de iniciales M.P.C. testigo clave del asesinato, lo golpean brutalmente y lo mantienen detenido ilegalmente durante horas. El general Hermes Soto señaló que los carabineros no portaban cámara, situación desmentida por la investigación y el Instituto de Derechos Humanos (INDH) luego que MPC declarara y se descubriera que los registros fueron destruidos por carabineros. A la fecha cuatro uniformados han sido dados de baja. Según el relato del menor, el sargento 2° Raúl Ávila es quien llevaba la cámara, cuyas imágenes fueron borradas, además de ser responsable de los disparos que provocaron la muerte de Camilo.

Imagen con foto de Camilo Catrillanca viralizada en redes socialesImagen con foto de Camilo Catrillanca viralizada en redes sociales

Cuando se conocieron las tristes noticias, las denuncias se extendieron masivamente en las redes sociales, colocando el hashtag #RenunciaChadwick como trending topic mundial. Se registraron protestas en Santiago, Valparaíso, Concepción, Temuco, Rancagua, Iquique, entre otras ciudades. Para el día viernes existía en Santiago una manifestación convocada por grupos ambientalistas, en relación a la lucha que se da en la localidad de Quintero-Puchuncaví, que hace sólo algunas semanas vió a unos de sus líderes muerto en extrañisimas circunstancias. Muy probablemente un asesinato encubierto a un dirigente pescador que encabezaba las movilizaciones, similar al caso de la activista Macarena Valdés en 2016 que también se dió a conocer como un “suicidio” y luego se demostró la posible acción de terceros. La convocatoria en Plaza Italia contó con varios miles de personas, que sumaban la indignación frente al asesinato de Camilo Catrillanca. Luego de la represión policial las barricadas se desplegaron durante horas en diversos puntos del centro capitalino. En las jornadas sucesivas se han producidos manifestaciones en Temuco y en las cercanías de Ercilla, y se han producido ataques incendiarios de dudosa autoría contra escuelas y otros edificios. Lamentablemente, esto último ayuda a fomentar el imaginario de “jungla” y “zona roja” que el gobierno vende. En Santiago el domingo en la noche se produjeron caceroleos, que en comunas como Santiago centro, Ñuñoa y Providencia fueron muy concurridos en las calles, pidiendo la renuncia de Chadwick y Mayol, responsables de la represión y la militarización de la Araucanía.

Mientras toda esta noticia se desarrollaba, Piñera se encontraba ausente de gira en Singapur lo que le quitó exposición pública, pero la situación para el gobierno es delicada. El programa de gobierno de Sebastián Piñera contempla a la Araucanía como uno de sus 5 ejes principales, proponiendo un gran “Acuerdo Nacional para el Desarrollo y la Paz” en la región que involucra diversos actores privados y públicos en el “Plan Impulso Araucanía”. Se proyecta el desarrollo en infraestructura, salud y educación, así como en aspectos culturales que buscan avanzar hacia el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, a la vez que en un apartado de Seguridad se lee “mejoramiento de la infraestructura y modernización policial, nuevo sistema de inteligencia y fuerza conjunta antiterrorismo”, que ya sabemos en qué resulta. Se anuncia una inversión pública de 8 mil millones de dólares para el período 2018-2026, proyectando la reactivación económica en la región que tiene los más altos índices de pobreza del país. El 24 de Septiembre se presentó el documento, elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social y la intendencia, encabezados por Alfredo Moreno y Luis Mayol respectivamente, pero bastaron sólo 50 días para desacreditar el documento y las “buenas intenciones”.

El gobierno lleva la problemática a la esfera de la Seguridad, donde la derecha siempre responde con medidas efectistas que tienden a fortalecer el aparato represivo del Estado. En Educación han dispuesto del proyecto Aula Segura, lleno de manipulaciones mediáticas y desinformación descarada, que criminaliza a los estudiantes en sus lugares de estudio. Esto no soluciona en nada la profunda crisis de la educación de mercado que el movimiento estudiantil viene denunciando hace años. A su vez, el “conflicto” Mapuche tiene una profundidad histórica y política, que no se solucionará militarizando la región vendiendo una imagen de “Jungla” narcoterrorista o del vietcong; o reduciéndolo a un problema de pobreza y desarrollo económico.

El derecho a la autodeterminación en el Wallmapu

“los mapuches eran hijos y amos de la tierra desde antes que existiera la memoria, y en los bosques, obedeciendo los dictados del admapu, aprendieron a tratar a las plantas como a hermanas menores,…cuando tenemos necesidad de cortar un árbol viejo plantamos un arbolito joven en su lugar, y si es frutal plantamos dos, y enseñamos a nuestros hijos a que respeten las flores, porque tienen vida, y a cortar sólo las que estén abiertas y a punto de caer, y aprendieron también nuestros antepasados, y nos lo enseñaron a nosotros, que los animales eran igualmente hermanos nuestros,

(…)

Los fuertes y ciudades se iban clavando entonces como espinas en la tierra pero la raza no se rendía, y muchos, dijeron, dicen, “dejémonos tomar prisioneros para conocer por dentro los campamentos de estos españoles, sus animales y las armas que les dan su poderío y descubrir las flaquezas de los winkas para derrotarlos”, y nuestros antepasados también dijeron “esta vez hemos de formar un ejército mucho más poderoso, con nuevas armas y capaz de combatir con nuevas mañas”

(…)

no bastarán al rey de España todos los hombres que pueda enviar para salvar los fuertes y ciudades que hoy les estamos arrebatando, y al vencer a los valientes y feroces guerreros españoles más lucirá el valor de los mapuche, que a nadie enorgullece derrotar al débil, y así castigaremos para siempre su soberbia, doblegaremos su altivez, pondremos fin a su codicia y a sus abusos y conseguiremos la verdadera paz.”

Discurso de Pelantaro, vencedor de Curalaba en 1598, según sacerdote Juan Barba.

El pueblo-nación mapuche reivindica su territorio ancestral, el Wallmapu, que comprende al menos 10 millones de hectáreas, tierras que se les reconocieron en tratados con los españoles en los parlamentos, y que han sido sucesivamente usurpadas por los estados chileno y argentino al servicio de las oligarquías terratenientes criollas. Datos históricos y arqueológicos prueban la existencia de un horizonte cultural homogéneo ya alrededor del primer milenio de nuestra era, una continuidad de prácticas, formas de organización, de pensamiento y una lengua propia (mapuzungun). La diversidad de sus expresiones en un variado territorio, reafirman su característica principal, una sociedad mapuche en relación dinámica y estrecha con el medio natural. Así, la presencia milenaria del Wallmapu se encuentra presente en la conciencia colectiva mapuche, que reclaman entonces su derecho a la autodeterminación.

Liceo de Ercilla en toma. Foto Felipe DuranLiceo de Ercilla en toma / Foto: Felipe Duran

El pueblo mapuche es uno de los poquísimos pueblos originarios que mantuvieron una cierta autonomía durante la conquista española, el período colonial y la formación de las repúblicas criollas. La variedad de ecosistemas en el Wallmapu permitía una abundancia de recursos y una economía diversificada al sur del Bío-Bío. Poseían una gran cantidad de ganado, que crecían libremente y eran también usados como moneda. En las primeras décadas de la República, ha sido la oligarquía terrateniente quién buscará echar mano sobre el ganado y las tierras del Wallmapu para desarrollar la economía agroganadera. De esta manera, la Guerra del Pacífico y la Ocupación de la Araucanía en la segunda mitad del siglo XIX, fueron procesos que consolidaron a la clase dominante en el poder del Estado chileno. La burguesía comercial y la clase terrateniente se repartieron las ganancias que ofrecieron la expansión territorial hacia el norte minero y las tierras sureñas.

El negocio forestal

Con la promulgación del Decreto Ley N°701 del año 1974 (Ley de Fomento Forestal), se agudizó aún más la tensión entre el Wallmapu y el Estado Chileno. La dictadura cambiaba así drásticamente las relaciones productivas de la región, instaurando un modelo forestal, que al igual que legislaciones forestales anteriores no entregaba un ápice de autonomía a comunidades mapuche (Como la ley “conservacionista” de 1931 o Ley de Bosques). De esta manera, se han entregado por varios años a privados bonificaciones que variaban principalmente entre el 90% y el 75% para subsidiar los costos netos de la administración, manejo y plantación forestal. Además, el D.L N°701 buscó revocar administrativamente el proceso de Reforma Agraria en la región, anulando jurídicamente algunas de las tierras restituidas a comunidades mapuche durante el gobierno de Salvador Allende.

¿Qué significó esto? Claramente el objetivo colonizador y subsidiario del Estado brotó casi tan rápido como los bosques de Pinos y Eucalyptus, y con ello también, las ganancias de las grandes empresas forestales que aprovecharon la mano de obra barata en la zona. Las comunidades mapuche vieron como durante 1976-1992 el Estado Chileno (a través de la Corporación Nacional Forestal CONAF) aportó a empresas forestales 110 millones de dólares, y sólo en la Región de la Araucanía aportó casi un 30% de este por concepto de bonificaciones a la forestación. Con ello, han sido los grupos Matte y Angelini, principales grupos empresariales de Chile, los más beneficiados durante todos estos años. Se destaca por ejemplo, que algunas empresas forestales de la familia Angelini concentren hectáreas que triplican a las ocupadas por la totalidad de las comunidades mapuche (400.000 hectáreas aproximadamente). De esta manera, Forestal Arauco S.A con 906.000 (ha), Bosques Arauco S.A 171.000 (ha) y Forestal Celco S.A con 246.000 (ha) superan ampliamente al territorio mapuche reconocido actualmente. Por otro lado, otras empresas como Forestal Mininco, o la empresa CMPC del grupo Matte, que cuenta con casi 400.000 hectáreas plantadas, también forman parte de este monopolio.

Piñera quiere arrancar para adelante,¡ No lo permitamos!

Frente a los movimientos de oposición al gobierno de Piñera, este ha reaccionado radicalizando sus posturas mercantilistas. A las demandas de la coordinadora No Más AFP que convocó una movilización nacional el mes pasado, Piñera respondió enseguida por cadena nacional proponiendo una reforma que de conjunto valida el sistema privatizado de pensiones (que actualmente otorga un 79% de pensiones por debajo del salario mínimo y 44% inferiores a la línea de la pobreza). Plan elaborado por su hermano José Piñera, designado ministro del Trabajo en la dictadura. Ahora el presidente ha justificado el actuar de Carabineros, y ha ratificado su confianza en el ministro Chadwick y el intendente Mayol. Sumado a que la derecha de la mano de las iglesias evangélicas ha irrumpido en comunas pobres del sur del país que históricamente daban mayoría electoral a la izquierda y el Partido Comunista, se dificulta así que el presidente pueda desmarcarse de su base de apoyo más conservadora y reaccionaria.

Liceo de Ercilla en toma. Foto Camilo TapiaLiceo de Ercilla en toma / Foto: Camilo Tapia

La actitud prepotente y represiva que el gobierno ha desplegado en varios frentes, ha acentuado la radicalización en amplios sectores de la sociedad, hastiados con un modelo económico que corrompe todo aquello que resulta preciado para el desarrollo de las sociedades humanas. Los grupos empresariales han hecho un negocio con la educación, la salud, las pensiones, la vivienda y el medioambiente. No es extraño entonces que miles de personas cuestionen el sistema capitalista que antepone el derecho a la propiedad privada de una minoría, por sobre el respeto a la vida y la naturaleza. A pesar de la intransigencia del gobierno, las manifestaciones de apoyo a las comunidades mapuche se han extendido a diversos sectores movilizados y ponen al gobierno de Piñera en un serio impasse.

En esta situación se ha visto el carácter de un Estado al servicio de los empresarios. Una alianza reaccionaria entre las fuerzas armadas, medios de comunicación, empresarios y terratenientes ha prevalecido por décadas en la región, alianza sellada en la dictadura pinochetista que ha incubado una maquinaria represiva y continuada también durante el período concertacionista. La corrupción y la impunidad que observamos son derivados de un sistema basado en la desigualdad y no hay reforma o acuerdo que pueda cambiar esta herencia centenaria. Los rostros del actual gobierno son el brazo civil de la dictadura, nostálgicos del autoritarismo que quieren reproducir en nuestros tiempos, son la insoportable sonrisa de la impunidad, criminales de cuello y corbata. La juventud que heredó la constitución antidemocrática de Pinochet, no aguantan más las injusticias. Las generaciones más experimentadas recuerdan los sacrificios por derribar la dictadura y deben sumarse a las movilizaciones que les esperan con los brazos abiertos. Lamentablemente no hay reforma que consuele el dolor de los abominables crímenes cometidos contra los pueblos originarios. Sólo a la luz de acciones y resultados concretos de movilización conjunta de los explotados y oprimidos, se probarán nuestros métodos de lucha como un ancho camino para una nueva sociedad.

Barricadas en Santiago. Fotos Luis Hidalgo y Jorge VargasBarricadas en Santiago / Foto: Luis Hidalgo y Jorge Vargas

Para avanzar en una perspectiva revolucionaria con independencia de clase es indispensable que los trabajadores asuman la importancia de llevar a la victoria las justas demandas de las comunidades mapuche. Para esto es necesario que la CUT, la Confech, la Coordinadora No Más AFP y todas las organizaciones de trabajadores, mujeres, estudiantes, llamen a movilizar desde las bases. Para que nunca más tengamos que lamentar la muerte de un joven mapuche, una activista ambiental, un dirigente sindical o un estudiante, debe exigirse la disolución inmediata del Comando Jungla, desmilitarización del Wallmapu, y por el reconocimiento de los derechos políticos y sociales del pueblo-nación Mapuche.

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